¿Cuáles son las fases de una reforma de vivienda integral?
«¿Te has decidido a realizar una reforma integral y no sabes por dónde empezar?»
Lo sabemos porque estamos enfrascado en ello todos los días. Las reformas integrales de cualquier espacio: casas, restaurantes, bares, colegios, hoteles…inhabilitan el uso de dichos espacio durante un periodo más o menos largo dependiendo del estado original de éste y de la intervención que se vaya a realizar.
Cada reforma integral es una historia diferente y supone ajustar el proyecto pero sí podemos dar unas pinceladas generales sobre cuál suele ser el mejor proceso para que el tiempo y el presupuesto sean lo más ajustados posibles a la necesidad y que el trastorno personal y emocional sea lo más minimizado posible.
5 CUESTIONES TÉCNICAS DE UNA REFORMA INTEGRAL
PLANTEAMIENTO DEL PROYECTO. Antes de hacer nada, hay que mirar y pensar. Todo esto para poder decidir qué queremos hacer:
- ¿Queremos tirar tabiques y buscar una nueva distribución?
- ¿Queremos renovar el estilo de la casa, bar, restaurante…?
- ¿Necesitamos ganar almacenaje y mejorar otros conceptos como la luz o la ventilación?
- ¿Queremos mantener algo de lo que tenemos, como puede ser un baño, una cocina, un mueble?
Definidos estos aspectos que van a determinar sobre qué trabajar, hay otras dos cuestiones que son igual de importantes y que pueden llevarnos a sustos si no los tenemos en cuenta:
- TIMING. Cierto que vamos a tener que aceptar que tendremos que dejar nuestros espacio inutilizado durante un tiempo pero hay que establecer un espacio de tiempo para poder gestionar qué hacer, donde vivir, cómo minimizar los daños de nuestro negocio o la pérdida de clientela… Cuando se pierde el norte en estas cuestiones, surgen situaciones de estrés que pueden forzar a que la reforma no vaya por el camino adecuado y terminemos con un resultado insatisfactorio.
- PRESUPUESTO. ¿Cómo no? Para empezar, antes de nada, deberemos marcarnos un presupuesto para ver cómo ajustarlo a lo que necesitamos o queremos hacer. Para esto es my importante contar con un buen anteproyecto con nos permita controlar las partidas de gastos. Sin embargo, es muy habitual que durante el proceso, surjan nuevas necesidades o el famoso «pues ya que» queramos lanzarnos a añadir algo que, en principio, habíamos desechado y que finalmente, decidimos añadirlo. Por eso, es aconsejable contar con una partida presupuestaria que nos permita disfrutar de esos golpes emocionales que surgen.
- CUENTA CON PROFESIONALES. Cierto, antes no se hacia uso del servicio de profesionales pero es sencillo saber por qué: la evolución del espacio de vida ha progresado de manera brutal en los últimos 50 años. Ahora hay perfiles profesionales como los nuestros: interioristas, arquitectos, que pueden preparar y gestionar un proyecto de reforma integral con experiencia y profesionalidad. Al contrario de lo que pueda parecer, una reforma integral exige unos conocimientos técnicos que si los abordamos en solitario, lo más probable es que nos perdamos en el laberinto de la obra y perdamos mucho dinero.
Y ahora, cuestiones concretas y relativas a la parte técnica que debes saber para poder abarcar una reforma integral:
CONTRATO. El contrato es la base de cualquier relación entre cliente y empresa. ¿A qué se comprometen? ¿Cómo se comprometen hacerlo? ¿Plazo? ¿Materiales que se utilizarán? ¿Presupuesto que se ha establecido? ¿De qué se hacen cargo? ¿De qué no? ¿Garantía que nos dan en caso de que algo no haya quedado como debería, se rompa o surja cualquier contratiempo que no debería? ¿Qué pasa si no se cumple con el plazo o presupuesto? Estas son solo algunas de los puntos que deben quedar establecidos dentro de los contratos. Recuerda, todo por escrito y nada verbal. De esta manera, te ahorrarás muchos dolores de cabeza.
PERMISOS Y LICENCIAS. Antes de empezar cualquier tipo de obra necesitas unos permisos y licencias por parte del Ayuntamiento. Es importante saber qué se puede reformar y qué no. En algunos casos, hay viviendas que son consideradas de patrimonio histórico y por ejemplo, el exterior, como la fachada, no se puede tocar. Hay otras cuestiones sencillas pero que pueden afectar directamente al objetivo que buscas en tu reforma como puede ser el cierre de una terraza. Además, es importante dar aviso a la comunidad de vecinos del inicio y duración de las obras, si es que vives en una.
DISTRIBUCIÓN. Ya estamos «metidos en fregado». La primera fase por hacer es cualquier cambio de la distribución, es decir, cualquier cambio del tamaño de las habitaciones, eliminado de paredes o construcción de separaciones por hacerse es el primer paso. Esta fase es, sin duda, moleta, sucia y desordenada. Resulta algo deprimente asomarse a lo que termina pareciendo una cueva llena de escombros. Es importante contar con contenedores para éstos.
FONTANERÍA E INSTALACIONES. En esta fase del proyecto, es el perfecto para la instalación o reubicación de estas facilidades. Trabajamos sobre el esqueleto de la casa y todos los cambios que se realicen luego quedarán tapados.
CARPINTERÍA. La carpintería permite cambiar ventanas, puertas y algunos muebles fijos como armarios. Produce escombros por lo que es práctico realizar estos arreglos en este punto y deshacernos de ellos sin muchos problemas.
PINTURAS Y ACABADOS. Con la infraestructura lista, es momento de comenzar puliendo el aspecto. Es decir, selección del suelo y el pintado de las paredes. Aquí ya se empiezan a aplicar los primeros elementos que determinan el estilo de la casa.
MOBILIARIO Y DECORACIÓN. En este momento ya se ven los espacios tal y como se van a quedar y podemos empezar a disfrutar de la parte «bonita» de la reforma. A vestir los espacios.
LIMPIEZA. Es recomendable una limpieza profunda porque es posible que la cantidad de polvo sea abundante. En algunos casos se recomienda incluso contar con el apoyo de un profesional.
Y AHORA, ¡A DISFRUTAR!
Una buena reforma puede mejorar significativamente la calidad de vida de las personas. Desde una renovación estética hasta una mejora en la eficiencia energética, los beneficios son múltiples y duraderos.