Ahora que todos miramos hacia fuera, desde nuestra ventana.
«Coronavirus; la vida desde nuestras casas»
Desde la ventana de mi casa puedo ver con bastante claridad lo que ocurre en el vecindario del bloque de enfrente. Vivo en un cuarto piso, bastante alto para una localidad costera del norte (Zarautz) y mi altura queda en paralelo con las ventanas de un edificio con tejado en pizarra negra que me encanta. A decir verdad, siempre me han apasionado las vistas de los tejados de un pueblo o ciudad. No sé por qué. Me resulta mágico y misterioso.
Hay detalles que hasta ahora me pasaban desapercibidos.
Mejor dicho, nunca tenemos tiempo de pararnos a observar por la ventana y tampoco las personas que miramos y nos miran ahora están/estamos ahí habitualmente.
Lo que hacemos, habitualmente, es correr de un lado para otro sin poder disponer de mucho tiempo para observar.
A veces me gusta imaginar que alguien o algo en otra realidad sí se detiene a observarnos como lo hacemos nosotros a veces cuando vemos un regimiento de hormigas trasladando una miga de pan a su espacio de vida, a su refugio.
Y esto es lo que ahora estamos haciendo nosotros, refugiarnos. Nos protegemos allí donde nos sentimos más seguros, junto con quien nos sentimos seguros. Porque nuestro comportamiento no difiere demasiado del de las hormigas que tantas veces miramos atónitos.
Y así, mientras hemos trasladado nuestra vida al interior por causa de esta crisis sanitaria: trabajamos dentro, comemos dentro, hablamos dentro, jugamos dentro…hemos re-descubierto los valores de nuestro refugio.
LUZ NATURAL
Cada vivienda ofrece unas posibilidades y características y ofrecer distintos niveles de cantidad y calidad de luz natural. La luz es fuente de vida, ilumina nuestra vivienda de una manera natural y además mejorar nuestra calidad de vida, nos permite realizar un consumo más sostenible de la luz artificial. La luz natural condiciona muchas cosas de nuestro día a día y ni siquiera nos damos cuenta.
La luz natural del sol regula muchas funciones vitales de nuestro organismo y tiene un impacto directo sobre nuestro estado de ánimo. Está científicamente probado que la falta de luz natural puede ser causante de la fatiga injustificada, depresión o apatía.
V E R P R O Y E C TO . Diseño, obra y ejecución del Hotel Ameztoi
Hay factores de tu vivienda que no podrás cambiar como es la orientación del edificio, el número y tamaño de las ventanas…pero otras cuestiones que sí dependen de tí y que podrán ayudarte a mejorar el sistema de iluminación natural de tu hogar:
- Utiliza los colores correctamente: el blanco es el color que más rebota y potencia la luz, así que si tienes poca, opta por el blanco o colores ocres muy suaves en paredes y revestimientos. Una sugerencia podría ser pasarte a la decoración nórdica, donde predomina el blanco impoluto con algunas notas de colores vivos en los textiles y otros complementos del hogar.
- No obstaculices las entradas de luz: en las ventanas por donde recibes la luz, opta por marcos de color blanco y coloca cortinas finas y claras, que permitan el paso de la luz.
- El poder de los espejos: Colocar espejos decorativos en determinados punto estratégicos de una estancia, hará que la luz rebote y se amplifique.
V E R P R O Y E C T O . Reforma integral estilo provenzal
Somos exploradores incansables en la búsqueda de soluciones que mejoren la vida de las personas en los espacios que habitan. Como digo, es un nuestro refugio y, en tiempos de incertidumbre, ¿dónde nos vamos a sentir mejor? Os lo pregunto mientras veo la señora de enfrente regar las plantas. Qué gusto…
T E L E T R A B A J O
Os recordamos que seguimos trabajando desde nuestras casas con todos los procesos de preparación de los proyectos en marcha, atención al cliente, a consultas, presupuestos, etc., muy activos e ilusionados porque sabemos que «esto también pasará»