Trucos para conseguir un ambiente acogedor gracias a la iluminación

«Saca el máximo provecho de las posibilidades de tu hogar para crear, gracias a la luz, un espacio acogedor»

¿Tienes claro que quieres conseguir un espacio de vida acogedor y no sabes cómo hacerlo? Sin duda, la iluminación es uno de los factores que más afectan para crear espacios acogedores. ¿Cuántas luces y de qué tipo necesita el salón? ¿Y el dormitorio? Y en la cocina o el baño, ¿qué temperatura de color conviene? Según proyectemos la luz de nuestras estancias, no sólo conseguiremos que estén mejor o peor iluminados sino que, nuestra casa podrá afectar a las emociones de los que la habitan o visitan.

Por eso, antes de nada, lo más importante es tener claro qué queremos transmitir en cada espacio o en nuestra vivienda, en general. Si lo que buscamos es ofrecer un espacio lleno de luz y vitalidad, saca el máximo provecho de la luz natural de la vivienda y combínalo con luces artificiales que llene la estancia, normalmente cenitales y con filtro de color vivo. Si lo que buscas es relax y calma, tendrás que decantarte por luces tenues y apoyarte más en focos de luz menos general que aportarán cierto aire de misterio.

A pesar de que es cierto que, en cada estancia, buscaremos efectos distintos porque tenemos necesidades diferentes, si nuestra idea general es que la circulación de nuestra casa nos aporte ese estado de relax, entonces, sin duda, os aconsejamos lo que hemos hecho en esta reforma integral en Donosti:  utilizar un sistema de iluminación regulable que permite crear espacios de mayor o menor intensidad de luz según nuestras preferencias.

> VER PROYECTO REFORMA EN DONOSTI <

Tipos de iluminación en función de la habitación

Sin duda, a pesar de que podamos buscar un tipo de iluminación en nuestra vivienda, hay una serie de premisas que son convenientes según la estancia en la que estemos (vía viviendas saludables):

  • La cocina: precisa una luz homogénea, bien de forma directa colocada en el techo o sobre la zona de trabajo, o ambas fórmulas. Al ser una estancia en que la luz se mantiene encendida de forma prolongada, son idóneos los tubos fluorescentes, que si bien consumen más energía en el momento de encenderlos, duran aproximadamente 8.000 horas y consumen en torno al 20% menos que una bombilla incandescente.
  • En el dormitorio: no precisa una luz cenital, salvo si se trata de una habitación infantil o lugar de juegos, donde entonces sí conviene iluminar la estancia de formar general desde el techo. Se puede conjugar la iluminación ambiental con la que se decora la estancia, la luz puntual de un flexo para leer y focos halógenos en la zona de armario o el vestidor.
  • El salón: es un lugar de encuentro y relajación. Deben evitarse los focos, ya que desvían la atención y deslumbran a las personas que se sientan bajo ellos. La iluminación se debe lograr con diferentes puntos de luz ambiental a través de lámparas de pie que actúan como luz general, complementadas con luces bajas que eviten reflejos en la televisión. Además, es muy importante instalar unas cortinas que dejen pasar la luz natural, pero eviten a su vez que entre demasiado calor en nuestra vivienda.
  • La mesa del comedor se contempla como un espacio en sí mismo, esté o no en una habitación propia. Hay que evitar que la lámpara central deslumbre, colocándola a una altura en torno a unos 75 centímetros sobre la mesa y haciendo que queden ocultas las bombillas. Se logra así que los alimentos reciban la luz directa, pero que ésta no llegue a los ojos de los comensales. Lo idóneo son las luces pegadas al techo, que iluminan la mesa y también al resto de la estancia.
  • Los cuartos de baño: Un error muy común en los cuartos de baño es colocar una luz sobre el espejo. Lo que se consigue son sombras que desdibujan el reflejo, algo que se evita si los focos están en los laterales. A esta luz ha de acompañarle una luz general, con interruptores diferentes y si es posible, separados, para elegir una u otra opción.
  • El recibidor y los pasillos: ambos han de devolver una luz cálida. En el recibidor, una lámpara de pie o de mesa que ofrezca una luz puntal es suficiente; en los pasillos, conviene superar la tendencia de recargarlos con focos de techo que provocan contrastes de luz y sombra, ya que deslumbran, al tiempo que consumen mucha energía. Unos apliques en la pared pueden servir para señalar el camino.

EJEMPLO de combinación de luz natural con luces de diferente naturaleza (cenital, indirecta) para conseguir distintos efectos según necesidad.

> EJEMPLO de luz combinada interior. Un haz de luz led sobre el armario que ayuda a amplificar la zona de paso ayudada por el uso de espejos con la luz más tenue cenital en el baño

La sostenibilidad también importa

Y es que, con lo que cuesta la factura de la luz y, viendo como se presenta el futuro de nuestro planeta, no podemos dejar este detalle de lado. La importancia que tiene la iluminación en el ahorro energético (y económico) se puede minimizar con el uso de bombillas eficientes, como las LED o las halógenas. A día de hoy ya no es posible optar por las incandescentes debido a su ineficiencia energética.

Si tienes dudas sobre cuál decantarte, te damos una breve descripción de las principales características de ambos tipos:

  • Las bombillas LED te ofrecen sobre todo una magnífica eficacia luminosa y una larga vida, además son de bajo consumo, resistentes a los golpes y reproducen bien los colores.⋅
  • Frente a éstas tenemos las halógenas, cuya principal ventaja es la buena reproducción de los colores y su gran intensidad luminosa instantánea. Ahora eso sí, duran mucho menos que las LED.

¿E S T Á S   P E N S A N D O   E N   R E A L I Z A R  U N  R E F O R M A?
¿N E C E S I T A S   A S E S O R A M I E N T O   P A R A   U N   P R O Y E C T O   D E  I N T E R I O R I S M O?

C O N T A C T A

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Archivos